Bono recibió el título de Caballero del Imperio Británico

Por ser irlandés, el líder de U2 no llevará el título de "Sir", un honor reservado a ciudadanos de la Mancomunidad Británica, que Irlanda abandonó en 1949. Tampoco debió arrodillarse ni recibir el toque de la espada durante la ceremonia. "Mi hijo está decepcionado. Pensó que me convertiría en Jedi", bromeó el músico.

El líder de la banda U2 y activista humanitario Bono fue nombrado hoy Caballero del Más Alto Orden del Imperio Británico. Debido a que es ciudadano irlandés, no llevará el título de "Sir". Ese honor es reservado a ciudadanos del Reino Unido o países de la Mancomunidad Británica (Commonwealth), la cual Irlanda banadonó en 1949, cuando pasó a ser una república.

"Tienen permiso de llamarme como deseen excepto sir, ¿de acuerdo? Noble de nobles, semidiós, eso sería aceptable", dijo el músico, de 46 años, durante la ceremonia realizada en la casa del embajador británico en Dublín, David Reddaway, a la cual asistieron el guitarrista y el bajista de la banda, The Edge y Adam Clayton, así como su mujer, Ali, y sus cuatro hijos, Jordan, Eve, Eli y John.

Bromeaba, ya que Bono, cuyo nombre real es Paul Hewson, sabe que no podrá utilizar el tratamiento de "sir" que acompaña al título que ha recibido porque no es británico, al igual que le sucede a otros irlandeses distinguidos, como el cantante Bob Geldof o el actor Pierce Brosnan.


Durante la ceremonia se leyó una carta enviada por el primer ministro británico, Tony Blair, en la que destacaba los logros del cantante, de 46 años, en el terreno musical y en el humanitario.

"Dejo para otros con muchos más conocimientos musicales que yo hablar de U2; sólo digo que, como muchos millones alrededor del mundo, soy un gran fan", dijo Blair en su misiva.


Los títulos honorarios de la Orden del Imperio Británico son concedidos por la reina de Inglaterra, Isabel II, según el consejo del ministerio de Asuntos Exteriores, a aquellos ciudadanos extranjeros que han contribuido significativamente a los intereses del país.

En el nombramiento, el diplomático británico rindió tributo al trabajo de Bono como activista contra la pobreza y las enfermedades en África. Bromeando, le preguntó si estaba decepcionado por no recibir el toque de la espada ni tener que arrodillarse. El músico le respondió que quien estaba apenado era su hijo de 5 años, quien imaginó que su padre recibiría un sable de luz. "Pensó que me convertiría en Jedi", comentó.